viernes, 25 de mayo de 2012

PARIS - 21 al 27 de abril





Paris fue siempre una de las metas de nuestro viaje. La “Ciudad Luz” te enamora. Sus cafecitos de cara a la calle invitándote a tomar un expreso, la arquitectura tan característica y perfecta que parece una maqueta, las estaciones de subte conservando su antigua fisonomía, el aroma a baguete y crepes perfumando el aire de cada esquina, el serpenteo del Sena atravesado por el Pont Neuf, el Pont del Alma y otros tantos bellos puentes, los museos históricos (París fue cuna de grandes artistas), las hermosas catedrales, la Torre Eiffel asomando su cuello cual enorme jirafa entre árboles y edificios, los románticos callejones alumbrados apenas por faroles, la presumida Champs Elysees y el Arco de Triunfo… Todo es lindo y romántico en Paris.
Pero las cosas no fueron tan sencillas en un principio. No habíamos conseguido un buen hospedaje por Internet y tuvimos que pasar la primera noche en un hotel ubicado en las afueras de la ciudad, en un barrio que no parecía muy seguro de noche. Por suerte pudimos conectarnos a través de Couch Surfing con Julien y Laure, una pareja que aceptó recibirnos por dos noches en su departamento. Resulta que finalmente terminarían siendo nueve (en dos etapas) los días que compartiríamos con ellos, incluyendo un viaje en conjunto al Palacio de Versalles.  Julien y Laure son casi de nuestra edad y han sido dos de las personas que más nos ayudaron en lo que va del viaje. Hicimos una hermosa amistad y esperamos, al igual que con el resto de nuestros anfitriones, poder devolverles tanta hospitalidad cuando nos visiten en Buenos Aires.
La primera tarde noche en Paris fuimos al Trocadero y nos deleitamos viendo la Torre Eiffel. No hace falta aclarar que casi vaciamos la memoria de la cámara sacando fotos.
El segundo día, ya instalados en lo de nuestros amigos, visitamos uno de los lugares que más nos emocionaron de Europa: la Catedral de Notre Dame. Lo mismo nos pasó con el Sacre Coeur: no se puede explicar en palabras tanta belleza y grandeza. Después caminamos a lo largo del Sena y fuimos para el lado de Las Tuileries, hermosos jardines que desembocan en el magnífico Museo del Louvre. Terminamos el día sobre el Pont Neuf, admirando ese paisaje increíble que regala el Sena, sobre todo a la hora del crepúsculo y entrada la nochecita.
El tercer día fuimos al barrio Le Marais, muy pintoresco. Vimos por fuera el Hotel De Ville y visitamos su bazar, pero como no estaba lindo el día (frio y lluvia) decidimos aprovechar y subir a la Torre ya que en días soleados las filas son interminables. Desde el punto más alto de la Torre Eiffel se puede apreciar el magnífico diseño de la ciudad, que parece una maqueta. Incluso pudimos sacarle una foto al edificio de Julien y Laure, ya que esta ubicado a menos de 400 metros de la Torre. Esa mima noche cenamos con nuestros anfitriones unas ricas pastas con cervezas.





El cuarto día fuimos a Montmartre, uno de barrios más hermosos y representativos de Paris. Allí subimos la colina y almorzamos en la Plaza de los Artistas. Luego llegamos a otro de los lugares más bellos de la ciudad: el Sacre Coeur. Magnífico, puro, espiritual. Después una pasada por el Moulin Rouge y terminamos el día tomando cervezas en un bar ubicado en el barrio Le Marais con Julien, Laure y sus amigos, con los que luego fuimos a comer kebabs: comida turca a base de carne de parrilla.    
El quinto día visitamos el Museo del Louvre, también antigua residencia de Napoleón, y nos empachamos de arte en su interior. El museo es inmenso y para ver todas las obras se recomienda hacerlo en dos o tres días, pero nosotros lo hicimos en una tarde, porque vimos lo que realmente nos interesaba.
El último día en París caminamos por la rivera del Sena, el Pont Neuf, el Pont del Alma, el Champs du Mars y luego fuimos a Les invalides, un palacete que antiguamente funcionaba como residencia para militares inválidos o retirados. Por la tarde fuimos a caminar por Champs Elysees y a visitar el Arco de Triunfo. Finalizamos la estadía en Paris con una cena junto a Julien y Laure y tratando de encontrar hospedaje en Londres, que sería nuestra próxima ciudad.
Esos seis días en Paris fueron de lo mejor que nos pasó en el viaje. Pudimos recorrer muchísimos lugares, hicimos dos amigos extraordinarios, viviendo junto a ellos la vida parisina, sus noches, sus comidas, sus costumbres, sus ideologías (tuvimos la suerte de presenciar las históricas elecciones presidenciales en donde después de mucho tiempo un socialista vuelve a gobernar Francia) y dejamos una puerta abierta para regresar a esta increíble ciudad. Porque, como dicen, siempre se vuelve al primer amor. Y después de otros cinco días en Londres terminaríamos haciéndole honor al refrán y viviendo otros mágicos días en Paris. Pero esa es otra historia, que se contará a su debido momento.

miércoles, 16 de mayo de 2012

MUNICH - 18 al 20 de abril


Munich significaba un descanso entre el largo viaje  que nos esperaba de Budapest a Paris y también la posibilidad de conocer una segunda ciudad alemana, luego de nuestra visita a Berlin. Nos hospedamos en casa de Esteban, otro gran amigo que conocimos gracias a Couch Surfing. El había estado unos meses antes de visita en Buenos Aires y habíamos ido a cenar juntos, luego nos terminaría invitando a su casa en Munich, en la cual pasamos 4 noches maravillosas.
El primer dia nos dedicamos a descansar y por la noche fuimos a un bar con Esteban y sus compañeros de trabajo, a comer unas pizzas y ver un partido de la Champions League (Real Madrid vs Bayer Munich).
El segundo día visitamos la Catedral de Marianplatz, con su bella arquitectura gótica y la zona comercial, repleta de negocios que luego veríamos por toda Europa (son los mismos en todas partes).  Ese mismo día fuimos al Viktualien Markt, un enorme patio cervecero tradicional en Munich  en donde cientos de personas se juntan al mediodía a tomar cerveza, comer Currywurst (salchichas alemanas con salsa de curry) y seguir tomando cerveza (uno no entiende como esta gente puede seguir con su vida después de tantas cervezas, y además volver al trabajo como si nada!!)
Esa noche fue una de las mejores que vivimos en lo que va del viaje: Esteban nos invitó a una cena indú con otros de sus amigos: Manish (India), Jane (Mexico), Giovana y su pareja (de Milan) y otro amigo de Munich. Fue una linda noche con comidas típicas de india y postres italianos y mexicanos.  

 
 
El tercer día fuimos a visitar el Museo BMW y la Villa Olímpica de Munich. Vimos autos lujosos y hermosos estadios.  También visitamos el Englisher Garden, uno de los más grandes parques dentro de una ciudad que hay en todo el mundo), y también la Torre China.
La última noche cenamos con otra couch surfing amiga de Esteban, Veronica. Comimos fallafel, luego yo toqué unas canciones mientras Pao dibujaba su presente para entregarle a nuestro anfitrión.
Esteban se convirtió en un gran amigo, es una buena persona, generoso, humilde, muy espiritual, con buenas intenciones y solidario. En este viaje estamos conociendo mucha gente con mente abierta que quiere conocer el mundo y vivirlo de otra manera. Es una experiencia genial.

Munich nos dejó la sensación de ser una ciudad ordenada, con un muy alto poder adquisitivo y con grandes lugares para descubrir y disfrutar. Fue una gran elección conocer otra ciudad alemana. 
Armamos nuevamente las mochilas y partimos a tomar un nuevo tren. Ya estábamos listos para visitar nuestra ciudad favorita: Paris.  

martes, 1 de mayo de 2012

BUDAPEST - 16 y 17 de abril de 2012



Budapest fue otra de las ciudades que nos sorprendió por su belleza arquitectónica y su paisaje. La ciudad está dividida por el Danubio en dos partes: Buda y Pest, ambas comunicadas por varios puentes, entre ellos el más famoso llamado: “Puente de las Cadenas”.  Nos alojamos en el Baross Hotel (muy lindo y con buena atención), a 20 minutos del centro de Pest. Hungría aun conserva su moneda local, con lo cual debimos cambiar Euros por Florines.
Como no teníamos mucho tiempo para conocer la ciudad (tan solo dos noches) nos fuimos directo al centro a recorrer la calle Vaci Utca y luego la Avenida Andrassy. También visitamos la Catedral San Esteban en donde subimos a la cúpula y apreciamos una hermosa vista de la ciudad. Finalizamos el primer día yendo al Puente de las Cadenas, pero sin cruzar del otro lado.  
El segundo día cruzamos el Danubio, subimos la Colina de Buda en bus y visitamos el Castillo de Buda y parte de sus laberintos. Desde allí se puede apreciar una vista completa de la ciudad, que es realmente bella. El dia estuvo bastante feo y ventoso.    
Luego bajamos a pie por la colina deteniéndonos a cada rato para sacar fotos de la ciudad y disfrutando de la hermosa vista de Pest. Más tarde visitamos el Parlamento, que es un inmenso y hermoso edificio.  Terminamos el día tomando cerveza en un bar cerca del puente de las Cadenas y listos para ir a Munich a visitar a nuestro amigo Esteban.


Budapest es una hermosa ciudad digna de ser recorrida con detenimiento. Sus paisajes son maravillosos.Pasamos dos días muy lindos y tranquilos, sin ningún sobresalto. Su gente es bastante cordial y siempre nos ayudaron en todo lo que necesitábamos. Quizás no es una ciudad tan famosa como Praga o Viena, pero merece sin dudas ser un destino a visitar si se viaja a Europa.